La declaratoria del estado de excepción, que suspende la jornada laboral presencial, ha obligado a las plantas de producción de las ensambladoras y de las empresas autopartistas a paralizar completamente, dado que por el giro de negocio no pueden acogerse al teletrabajo ni a modificar su rutina.
Para David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae), esto ha ocasionado un grave problema en el flujo de caja de estas empresas.
“Lamentamos que las medidas adoptadas por el Gobierno para darle liquidez a las empresas no incluyan de manera transversal a todos los sectores de la economía”, expresa.
En el Ecuador se producen vehículos de varias marcas y representaron el 21,3 % de los carros comercializados en el 2019, según datos de la Cinae en noviembre.
Sin embargo, el año anterior la producción cayó en el 40 % y ante la situación actual se espera una baja adicional del 30 % para 2020. “Por eso hemos insistido en la necesidad de implementar una agenda de competitividad que no ha tenido un avance significativo”, dice.
Agrega que la industria aún paga altos impuestos en la cadena productiva, restándole competitividad frente a sus principales competidores.
Molina cree que el país debe empezar a prepararse para un retorno a la producción, no solo de las actividades esenciales. “Se puede avanzar en ciertas provincias y, dentro de ellas, aplicar protocolos claros de bioseguridad”.
Prevé que lo que viene después de la emergencia será crítico, que el sector industrial regresará golpeado, con falta de liquidez. “Su capacidad de reacción será menor que la que tendrán los importadores que estarán listos para traer bienes terminados de países como China que ya están completamente operativos”, afirma.
En el país hay tres ensambladoras: General Motors Ecuador (Chevrolet), Ciauto (Great Wall, Zotye) y Aymesa (Kia, Hyundai, Volkswagen y Jac).
Ciauto está detenida totalmente en su planta de Ambato. Su gerente general, Pietro Pilo, expresa que lo más importante al momento es ayudar a salvar vidas, por lo que se han reenfocado en otra actividad.
“Parte de nuestro equipo está trabajando en coordinar la importación de equipos e insumos para ser donados a personal médico y también está siendo parte de un proyecto para producir un ventilador pulmonar en Ecuador con el Grupo Respira Ecuador”, comenta Pilo.
Para Luis Carlos García, gerente de Imfrisa, compañía dedicada a la fabricación y comercialización de repuestos automotores, la situación es muy crítica al tener una nómina de 100 trabajadores al 100 % paralizados desde el 17 de marzo.
“Las plantas que producen autopartes están paradas, al estar todas las personas resguardadas en sus casas no podemos ni vender, ni cobrar, ni entregar a nivel nacional, y más nos preocupa lo que viene después: la falta de liquidez”, dice.
Voceros del sector coinciden en que el Gobierno debe tomar medidas urgentes para recuperar la competitividad.
En este punto Molina menciona que han solicitado al Gobierno que implemente una salvaguardia cambiaria en el marco de la normativa andina; y una sectorial, en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC). (I)